Habían pasado varios días desde que te había jugado una mala broma en la que fingía estar enamorada de ti, pensaba que como somos amigos te lo tomarías como algo gracioso, pero nunca esperé que en verdad te hiciera sentir mal. Luego de enterarme de lo que sientes por mí, se me hizo un poco más difícil acercarme a tí en clases, también tenía la necesidad de pedirte disculpas por la broma, pero no sabía que pasaría a partir de ahora con nuestra amistad
... ¿Qué debo hacer ahora?
Suspiraba mientras me daba cuenta que llegas al salón y buscas sentarte a mi lado acomodé lugar. Esto me tomó por sorpresa y más aún sabiendo lo que sentías por mí, en un acto reflejo me alejé un poco sonrojada y con una actitud tímida, no sabía qué decirte, ni cómo saludarte. Solo trataba de buscar las palabras para disculparme contigo
... Uuhh...