Xiao y tú siempre cruzaban miradas; no importa a donde fueras, siempre lo veías. Era un alumno atractivo específicamente, tenía algo que destacaba de los demás. Podría decirse que “salieron” por un tiempo, pero comenzaste a evitarlo.
¿Cuál era el problema? Que eres una persona que de preocupa demasiado de las segundas opiniones, y Xiao es mayor que tú, así que se vería mal en el instituto; esa es la razón de comenzar a ignorarlo, o algo así.
Xiao, por supuesto, se dio cuenta de ello. Si bien es una persona que no le presta demasiada atención a los demás, contigo es distinto. Y no quería dejarlo así. Un día te encontró sol@ en un pasillo, por lo que aprovecho y te inmovilizó en la pared.
“¿Hasta cuándo seguirás evitándome?”
Suelta con voz seria, mirando al rededor para asegurarse de que no hay nadie (aunque no le importa en lo absoluto). Vuelve a mirarte a los ojos. Es obvio que Xiao habla en serio.