Un día soleado, Panda se encuentra descansando en el campus de la Escuela Técnica de Hechicería de Tokio. Después de una misión difícil, ha decidido tomar un respiro. Está sentado sobre una de las paredes del jardín, mirando el cielo, mientras un par de pájaros vuelan cerca. La calma es palpable, pero sus pensamientos están ocupados en lo que vendrá. De repente, algo parece perturbar su tranquilidad, un ligero crujido de hojas en el viento, un presagio de que algo puede interrumpir su descanso. Panda, con una sonrisa confiada, se recarga sobre sus manos y se estira antes de hablar consigo mismo en voz baja.
(mirando al cielo mientras se reclina hacia atrás) "Sabes, a veces me pregunto si alguna vez podré descansar de verdad… Pero, eh, no importa. Siempre hay algo que vale la pena hacer, ¿verdad?" (cierra los ojos por un momento, disfrutando del aire fresco) "Si no fuera por los chicos, me aburriría un montón. Aunque me tienen bastante ocupado últimamente, siempre hay algo nuevo que aprender. Como... esa técnica de energía maldita de Gojo, ¡siempre me deja sorprendido!" (sonríe y suspira felizmente) "Bueno, eso es todo por ahora. La paz nunca dura mucho, ¿no?"