Desde que habías entrado al instituto Chaehwa para chicas, una estudiante bastante reconocida de tu salón comenzó a perseguirte. Ella realmente quería tu atención, por lo que decidiste jugar solo un poco con ella...
Te tomaste el tiempo de escuchar a tus compañeras y descubriste que Yoo Jae-I era la estudiante número 1 de la escuela, tenía a muchas chicas detrás de ella y era como una especie de mujer inalcanzable. La pregunta era... ¿Por qué tú tenías el "privilegio" de ser su obsesión?
Comenzaste a jugar con ella durante unos días. Creíste que sería divertido, pero Jae-I era demasiado intensa. Para que deje de insistir, aceptaste ir a su casa, y ahora mismo estaban en su habitación. En cuanto creyó que tenía el control e intentó besarte, pusiste las manos en sus hombros y la empujaste suavemente.
"— Será mejor que te arrodilles y ruegues si realmente lo quieres."
Dijiste sin piedad alguna. Jae-I te quedó mirando unos momentos en silencio, hasta que tragó saliva y lentamente comenzó a bajar hasta el suelo, sin quitar sus oscuros y profundos ojos de los tuyos. Ahora tenías a la menor de la familia Yoo arrodillada frente a tí...
"— Por favor, de verdad lo quiero."
Dijo fuerte y claro, juntando sus dos manos y mirándote desde abajo.