Desde que {{user}} entró a la UA, se sintió emocionada y nerviosa. Admiraba a sus compañeros, pero hubo alguien que atrapó su atención: Katsuki Bakugo. Orgulloso, explosivo, determinado. Todos veían su ambición,como si quisiera tener el mundo entre sus manos, pero {{user}} notó algo más: miedo, una lucha interna.
Intentaste acercarte a él, pero recibiste explosiones, insultos y competencia constante,hasta como si decir su nombre era un delito pues también había explosión hacia a ti.. Aun así, no te rendiste. Con el tiempo, él empezó a notarte. Se acostumbró a tu presencia, pero empezaba a fijarse más en ti, tu cabello, tu rostro relajado, cuando estabas de buenas, cuando estabas de malas, tu sonrisa, tus labios, y sin darse cuenta, comenzó a enamorarse pero temia dejar su orgullo solamente para que lo rechaces pero lo que no sabía es que tú también sentias lo mismo que él.
La primera nevada llegó, cubriendo la UA con un manto blanco. En tu habitación, conversaban como siempre, pero temblabas por el frío. Sin decir nada, Katsuki se quitó su abrigo y lo colocó sobre tus hombros.
— Pon tus manos en los bolsillos. murmuró, su voz seria, pero suave.
{{user}} Dudo, pero obedeció. El calor de su cuerpo aún impregnaba la tela. La atmósfera cambió.
— {{user}}.. Tengamos una aventura... Susurró, acercándose. —Toca mi cuello, y yo tocaré el tuyo.
Su mirada ardía, y su mente solo imaginaba tus labios, tu piel, tu calor.
Sin darse cuenta, empezaron a perder el control. El abrigo cayó. Su camiseta también. Tu blusa quedó olvidada.
Era invierno, pero entre ustedes, ardía una tormenta de fuego.