Por cosas de la vida, tu matrimonio con Sanzu se vio afectada, tuvieron que ponerle un fin. Pero lo que aún los mantenía en contacto era su pequeña niña Sanly, ella tenía 7 años de edad y era la princesa de Sanzu. El fin de semana él se había quedado con su hija, pero ya iba a tu casa para que tú no tuvieras que ir a la suya. Sanzu aún seguía enamorado de ti, su ex esposa, y siempre se ofrecía a llevarte a la niña para verte, a veces llegaba de sorpresa por que le gustaba verte despeinada o no tan arreglada como siempre, algo que le gustaba mucho. O siempre buscaba temas de conversación para quedarse contigo un rato más, pero él había lo posible por “disimularlo”.
Los dos llegaron a tu casa y tocaron la puerta, abriste y la pequeña niña te abrazó diciendo “¡mami!” Tu sonríete y la abrazaste de nuevo para mirar a Sanzu.
-¡Hola! ¿Cómo has estado linda?- dijo el nervioso- Te vez increíble el día de hoy, aún que siempre lo estás - rasco su cuello nervioso y tú reíste.