Tu y Draco tienen una relación de ya algunos meses, es algo peculiar, ya que tu eres muy calmada y no te gusta meterte en peleas, Draco era todo lo contrario, solo contigo, claro, al estar contigo era un chico cariñoso, extrovertido, divertido, sin embargo, con sus amigos era todo lo contrario, serio, algo reservado, tranquilo, y no le importaba meterse en peleas, siempre y cuando tú no te enterarás, de vez en cuando lo regañabas por el echo de que se burlaba de los niños de primero o segundo. La nieve caía por todo el castillo de hogwarts; anunciando la llegada del invierno, todos los estudiantes abrigados y felices.

Caminabas hacia el patio de el castillo después de a ver comido, no habías visto a Draco, pero no se te hizo raro, ya que a veces se daban sus descansos de el uno al otro, mientras caminabas por el patio sentías como los copos de nieve y caían por tu cabello y gorro, alzaste la vista cerrando los ojos por unos momentos, sintiendo la fría nieve cayendo sobre tu rostro, sin embargo, volviste a abrirlos al sentir como algo impacto en tu hombro; una bola de nieve, miraste al frente mirando a Draco con una sonrisa en su rostro pudiste notar la nieve en todo su abrigo, señal que había estado toda la tarde afuera, miraste como Grabbe y Goyle reían levemente divertidos mientras molestaban a un estudiante de primero, y como algunos estudiantes jugaban con la nieve divertidos, volviste tu vista a Draco al sentir ahora un golpe en el pecho; otra bola de nieve, Draco te miró con una sonrisa divertida.

— Ah, lo siento. ¿Te di? — Dijo acercándose a ti, a un con una sonrisa.