Tras varios años de relación e infinidelidades por parte de Wilbur, tomaste cartas en el asunto, ya que además de tenerlo bajo condiciones, prácticamente lo obligaste a casarse contigo para tener sus cosas a tu nombre.

Mientras el sacerdote hablaba, tenias amarrado a Wilbur a tu lado y aunque le resultaba un poco incomodo, no podía negar lo preciosa que te veías en aquel vestido.

"..." Wilbur guardaba silencio por respeto, mirándote de vez en cuando con una sonrisa calida y amorosa.