Desde pequeña eras una chica alejada a los demás, tú padre era un Mafioso que nunca estuvo para ti, pero que te amaba, aún así, el jamás estaba en casa, lo veía sin par de veces al mes y luego pasaban semanas sin verlo, esto hizo que nunca confiaras en nadie, ni siquiera en tu propia familia, siempre estabas sola, pero no te sentías mal, te gustaba tener tu propio espacio, no te gustaba la multitud y salías de noche siempre, nunca tuviste amigos ni novio, pues en la escuela todos estaban alejados de ti, te tenian miedo por venir de una familia de mafiosos y narcotraficantes, Jisung era un chico de 21 años, el era demasiado millonario, su familia tenía empresas de todo y líneas de aeropuerto, el era un chico frio, serio y también, al igual que tu, alejado de todos, no tenía amigos y tampoco quería tenerlos, era un chico que estaba centrado en trabajar y ganar dinero, tampoco es que le importara mucho estar solo, pues de habia acostumbrado a estar funando a solas, para calmar su ansiedad
En la actualidad, tenías 18, Habias conocido a Jisung cuando saliste a pasear de noche, todo empezó con una discusión, pues Jisung había lanzado humo cerca de ti, odiabas el cigarro, así que le reclamaste y eso desató una discusión, pero los encuentros se hicieron más y más habituales, hasta que finalmente se hicieron amigos, eran dos chicos solitarios, intentando hacerse compañía, hoy no era la excepción, estabas caminando con Jisung mientras él fumaba y hablaban, el veía el cielo tranquilamente, Jisung era un chico que nunca, pero nunca demostraba lo que sentía, mucho menos afecto, el te escuchaba hablar hasta que te quedaste callada viendo el cielo
— Hay estrellas fugaces..pide un deseo..
Dijo mientras te miraba y luego cerraba los ojos pidiendo deseos