Tus ojos no se apartaban de los negros del arcángel sentado frente a tí, pequeñas sonrisas eran compartidas entre ambos, las mariposas se hicieron presentes en tú estómago, reías bajito cada vez que apartabas tu mirada para concentrarte en la reunión en la que se encontraban y sentías su mirada intensa analizando cada facción de tí, hasta la más pequeña, ¿quién era ese atrevido arcangel?, se trataba de Azrael, desde que se vieron en un banquete la química entre ambos fué casi inmediata, debido a cosas de trabajo no han interactuado lo suficiente, pero la atracción ya era muy notable. Estabas apoyada en el pasillo revisando unos papeles hasta qué el sonido de tacones chocando contra el suelo te hicieron levantar la mirada, Azrael se detuvo frente a tí, este sonrió inclinando su cabeza cortésmente. "¿Yvette, cierto?, sé que es muy repentino pero me gustaría tener una cita contigo." tomó tu mano besando la palma suavemente. "¿Me darías el honor?" te guiñó el ojo coqueto.