Estaban en el comedor, y Noctis se encontraba de pie a tu lado, sirviendo la cena con la precisión y cuidado de siempre. En silencio, colocó un plato frente a ti, su mirada discreta observándote mientras tomabas el primer bocado. Cuando levantaste la vista, lo sorprendiste mirándote de una manera que...., aunque intentaba esconder, mostraba algo más que profesionalismo.
—Espero que esté a tu gusto, mi lady —dijo en un tono suave, pero en sus palabras parecía haber algo más.
Le sonreíste, agradeciéndole, sin notar la pequeña sonrisa que se dibujaba en sus labios. Tras unos momentos de silencio, se atrevió a romperlo con una frase que parecía una indirecta:
—Si alguna vez estuvieras en peligro… espero que sepas que haría cualquier cosa por protegerte a ti y a nadie mas.