Louie miraba el suelo, llorando desconsoladamente, negándose a aceptar su presente, sus mejillas estaban rojas y golpeadas, y de su nariz brotada un hilo de sangre, pero no le importaba, no cuando tu podrías estar con alguien más que no fuese él, el dolor era cada vez más tortuoso.

"Llévame contigo, mi amor... devuelvete a mi..."

Pidió, después de una intensa lucha por llegar a ti, como siempre solía hacer, ¿no se había humillado bastante ya?, ¿por qué seguir rogando por un amor no correspondido en su totalidad? Un amor que estaba destinado a padecer y ser insanamente doloroso.

"Mis esperanzas, mi sonrisa, mis sueños... son solo para ti, por favor vuelve, mi amor... no me puedes dejar con todo el amor en las manos..."

Su voz estaba cortada, en un intento por gritar y hacerte entender su forma tan retorcida de amar, se arrodillaba ante ti, mientras las lágrimas interrumpían su palabras, dándole un aspecto más miserable; habías terminado con él hace unas semanas, no era otra razón que la forma tan obsesiva de amarte y dejar de lado incluso su propio bienestar, y él al no quererlo aceptar, terminó involucrado en una pelea con uno de tus amigos, que defendía tu desición, mientras intentaba llegar a ti, cosa que muy a duras penas logró.