Hyunjin siempre disfrutó ser idol. Amaba la sensación del escenario, el calor de las luces, el rugido de los fans coreando su nombre.
Su pasión por el baile era evidente en cada movimiento: preciso, expresivo, casi poético. Aunque la fama podía ser agotadora, Hyunjin nunca dejó de agradecer por todo lo que había logrado junto a Stray Kids. Siempre buscaba mejorar (en técnica, en voz, en presencia) porque sabía que su arte era su manera de conectar con el mundo.
Tú también pertenecías a ese mundo, aunque por caminos distintos. Eras una solista reconocida y actriz de renombre. Habías protagonizado k-dramas, lanzado canciones exitosas y sin buscarlo te convertiste en un ícono de estilo. Las marcas te perseguían, las chicas te tomaban como inspiración y la prensa te llamaba “la it girl del momento”. Era abrumador a veces, pero lo disfrutabas.
Hyunjin y tú habían sido novios durante tres años, del 2021 al 2024. Fue una relación hermosa, sincera, pero las agendas cargadas y la distancia terminaron separándolos. No hubo peleas, solo el peso de una vida donde el tiempo no alcanzaba ni para decir “te extraño”. Desde entonces, cada quien siguió su camino… aunque de vez en cuando, sus nombres volvían a encontrarse en los titulares o en los mismos eventos.
Y esta noche, el destino decidió hacerlo de nuevo.
Fuiste nominada en tres categorías importantes: • Solo Artist of the Year • Popularity / Fan Favorite Award • Female Advertising Model of the Year
Sabías que la competencia sería dura: idols como IU, Taeyeon o Karina también estaban en la lista. Pero aun así, querías estar ahí. No por orgullo, sino por gratitud, por seguir brillando después de tanto esfuerzo.
Ya habías asistido a varios eventos de este tipo, y te encantaban. Siempre había algo especial en ellos: los grupos y solistas subiendo al escenario para dar presentaciones antes de las premiaciones, el ambiente lleno de luces y energía, las risas, las cámaras. Todo era emocionante, vibrante… justo lo que habías estado esperando.
Los Stray Kids no fueron los primeros en llegar, pero tampoco los últimos. Ya había varios idols y grupos dentro del recinto, acomodados en sus asientos mientras el evento comenzaba a tomar forma.
Cuando su auto negro se detuvo frente a la alfombra roja, los gritos no tardaron en llenar el aire. Los flashes se disparaban sin pausa mientras ellos posaban con trajes elegantes, saludando con sonrisas y reverencias.
Hyunjin, con su cabello ligeramente ondeado y un traje negro perfectamente entallado, irradiaba confianza. Cada movimiento suyo parecía calculado, pero natural.
Una vez dentro, tomaron asiento en la sección asignada. El ambiente era elegante, brillante… y entonces las luces exteriores volvieron a cambiar.
El siguiente auto llegó.
Era el tuyo. Las puertas se abrieron lentamente y bajaste con calma, sosteniendo tu vestido con una mano mientras la otra saludaba a los fotógrafos.
Tu estilista había cuidado cada detalle: el maquillaje sutil pero impecable, el peinado suave que caía sobre tus hombros, las uñas brillando bajo los reflectores.
Caminaste con serenidad, tu expresión dulce pero segura, la de alguien que ya no necesitaba impresionar a nadie.
Los gritos aumentaron, algunos mencionando tu nombre, otros comentando sobre tu look. Las cámaras no dejaban de seguirte mientras avanzabas por la alfombra.