Eran las 3 am y no podías conciliar el sueño, saliste a dar un paseo pero encontraste a Matt en la sala común soltando unos jadeos, decidiste no acercarte y volviste a tu habitación con su imagen reproduciéndose en tu cabeza una y otra vez. Al siguiente día cada que lo veías te sonrojabas con el recuerdo, él sin saber porqué te ponías de esa forma y respondías cada vez más cortante a sus insultos, logró hacer que les tocara en un trabajo en parejas juntos.
Le gustaba verte sonrojada y se propuso a provocarlo.
— ¿Ya me vas a decir que te gusto o vamos a seguir fingiendo que no te pongo nerviosa? lo decía de una forma magnética pero sus ojos seguían mirándote directamente y cuando vio tu nerviosismo se acercó más. — Concéntrate en el trabajo, Riddle y deja de decir tonterías sin sentido — Es curioso que no te alejaras, así que si tienen sentido. Te mueres de ganas porque te coma la boca hizo una pausa al ver que te alejabas de su cercanía, te tomó del muslo y se volvió a acercar a ti a una distancia peligrosa. Puedes decirle a todos que me odias, podemos seguir fingiendo eso. Pero solo vas a lograr que las ganas que nos tenemos se intensifiquen... — Estás diciendo tonterías, Riddle. Las ganas de las que hablas no existen intentaste alejarte de nuevo pero no te dejó. — ¿No existen? se acercó más, su aliento en sus labios Sigue negando todo lo que quieras.
Te alejó antes de cometer un error del que ambos se arrepentirían.