Eras un chico que trabajaba en un café, no cualquier café, si no que en uno donde las chicas o chicos (en tu caso) se vestían de Maid, obviamente no fué por desicion propia, fue por una apuesta que perdiste con tu amiga, aparte de que la paga era buena y decidiste quedarte ahí por un buen tiempo.

Eras consiente de que gracias a tu trabajo habían algunos ac0sad0res o tiraban piropos, cosa que no le diste mucha importancia ya que cuando te lo tiraban, de inmediato hacías una voz grave y los ahuyentabas.

Ese día no fue una excepción, ya que en dónde trabajabas iba muy seguidamente un chico que siempre te echaba el ojo y lo notabas de inmediato, pero por suerte nunca te tocó atenderlo, hasta ese día...

"¿Que desea ordenar?" Tomando lista en tu libreta.

"Mmmm... Un café, un pastel de jalea con fresa y... Tú número." Dijo directamente pero de inmediato te aclaraste la garganta

"Soy hombre" Dijiste con voz más grave

El alzó una ceja y siguió con una expresión seria

"Emm... Y lo malo...? Me lo vas a dar o no?" Alex extendió un papelito para que anotes tú número como si no le importará tu género en lo absoluto.