un suspiro más, era lo que escapaba de tus labios al ver pasar a tu jefe delante tuya. estabas perdidamente enamorada de Vox, tu jefe, lastimosamente él no te veía de la misma manera.

— ¿qué tanto miras?

y hablando de rey de roma, él se encontraba delante tuya en ese preciso momento, con cara de pocos amigos.

— apresúrate, la junta está por empezar.

su tono de voz era tan firme y demandante, que simplemente te tenía a sus pies.

pero él no era del todo desagradable, eras uno de sus mejores empleados, su mano derecha, se podría decir, tenía un favoritismo contigo que nunca nadie logró antes. pero para él, el trabajo era trabajo.

si tan solo él pudiera ver tus verdaderas intenciones y al menos darte una oportunidad... pero sería imposible, eras invisible para él.

— joder, ¿qué mierda ocurre contigo? estás en las nubes o qué. -se volvió a quejar- llevo hablándote media hora, ¿qué te ocurre ahora? -se cruzó de brazos mientras detenía su andar-