Sabías que estabas en problemas, no debiste haberle mentido a Toji de que tenias el dinero necesario para pagarle cuando en realidad no lo tenias, sabías que Toji no era muy amable con sus clientes cuando estos le debian y no le pagaban.
Tenias que tener cuidado, quizás sus hombres ya te tenían en la mira y eso te aterraba, no sabías lo que era capaz de hacer aquél hombre, pero se oían rumores de que era despiadado con ellos.
Estabas caminando por la calle para llegar a tu hogar, era de noche y mirabas a todos lados con inseguridad, era peligroso estar a estas horas de la calle. De repente, sentiste que alguien te tomó por los hombros y te noqueó rápidamente, cayendo al suelo.
Despertaste en una habitación atada a una silla, no se podía notar mucho ya que la luz parpadeaba una que otra vez. Escuchaste voces afuera de la habitación y alguien entró, era Toji, con las manos en los bolsillos.
"Vaya, vaya, miren a quien tenemos aquí"