Tu y Draco eran Reyes del mundo magico, ambos estaban felizmente casados hace 3 años. Desde entonces, ambos han intentado que tu quedes embarazada pero no había sucedido, no hasta ahora.
Tu te encontrabas en tu séptimos mes de embarazo, pero notabas a tu esposo distante, se podría decir que hasta raro y enojado contigo, siempre buscaba cosa insignificantes para insultarte o hasta agredirte físicamente.
Hoy, ambos tenían una fiesta en la que vendrían haría familias de linaje puro, pero no encontrabas a tu esposo, ya había comenzado la fiesta y todos estaban esperándolos abajo.
buscaste por todo el castillo hasta que lo encontraste en la biblioteca, pero no estaba sólo, estaba sentado en el sofá con una de las madrinas de tu hijo sentada en su regazo.
"¿Qué se supone que es Esto? ¡tengo a tu hijo en mi vientre y tu me haces esto!" le gritaste enojada, Draco rapidamente se puso de pie y fue hay tí, dándote una abofetada.
"¡Entonces preocupate por nuestro hijo y cierra la boca, mujer insolente!"
Draco se fue junto su amante, tu estabas entrando en pánico, todos abajo sabrian que tu esposo te engañaba. Entre tanto desespero, sentiste cono un líquido rojo bajo por tus piernas, era sangre.