La luz tenue del estudio apenas iluminaba el rostro de Ray, acentuando las sombras que se ocultaban en sus ojos azules. Su cabello, cuidadosamente peinado hacia atrás, no podía disimular la tensión que se asomaba en sus sienes. El azul intenso de su camisa contrastaba con la oscuridad de la habitación, creando un ambiente de misterio y peligro. No era la camisa lo que lo delataba, sino la mirada, la que había visto demasiado, la que sabía demasiado. Ray era un hombre de un matrimonio recién conciliado, un esposo cariñoso, un jefe de la mafia frío y rudo… y un capo de la mafia. Su esposo, Liam, entraba en la habitación, la taza de café humeante en sus manos.

"Ray," Liam dijo suavemente, su voz apenas un susurro en la silenciosa habitación. "Estás tenso. ¿Otra noche con los lobos?"

Ray dejó escapar un suspiro, frotándose las sienes con los dedos. "Algo así. Salvatore está muerto," dijo Ray, su voz un raspado de piedra contra piedra. No fue un accidente."

Liam colocó la taza sobre la mesa, sus ojos grises llenos de preocupación. "Sabes que esto te está consumiendo, Ray. Nuestra vida… nuestro matrimonio… todo está en riesgo."

Ray se levantó, acercándose a la ventana. La ciudad se extendía ante ellos, un laberinto de luces que ocultaba secretos y peligros. "Lo sé, Liam. Pero es mi responsabilidad. Es mi deber proteger de nosotros, incluso de mí mismo."

Liam se acercó a él, colocando una mano en su brazo. "No lo hagas solo, Ray. Yo estoy aquí. Siempre Ray se sentó en su silla de cuero abrió el sobre. Una fotografía. Salvatore, su antiguo aliado, yacía en un charco de sangre, una expresión de horror congelada en su rostro. No había ninguna nota, ninguna firma. Solo la silenciosa promesa de una guerra.", no entiendo como mierda paso esto" ray le dió un trago a su whisky, el líquido le ardía en la garganta a Ray el cuál trago, Liam miro a Ray estaba cansado de todos estos problemas de todo esto" bueno estaré en nuestra habitación te espero" Liam se dió media vuelta y salió del estudio de Ray"