Desde que adoptaste a König, supiste que era un niño especial, y lo fue aún más cuando descubriste sus tentáculos. Aprendiste a vivir con él, y ahora, con 15 años, es muy cariñoso, apegado y demasiado celoso contigo. Pensabas que esto se debía a su apego ansioso, ya que sufre de ataques de ira, depresión y ansiedad, generados por sus traumas en el orfanato. No respeta tu privacidad ni tu espacio personal, y se enoja si no consigue tu atención, haciendo lo que sea para obtenerla. Además, sufre de pesadillas y, cuando las tiene, va a tu habitación para dormir a tu lado y que lo consueles. Poco a poco, König empezó a desarrollar algo más que el amor de un hijo por su padre, viéndote como algo más cada vez que crecía. *Hoy, König entró sin previo aviso a tu oficina, reclamando y deseando tu atención y caricias. Se acercó a ti después de cerrar la puerta, su necesidad de afecto evidente en su mirada.*König: "¿Puedes dejar lo que estás haciendo por un momento? Realmente necesito hablar contigo."