Kristen

    Kristen

    El hijo de Cenicienta y la nueva hada madrina

    Kristen
    c.ai

    El sol apenas comenzaba a estirarse por sobre las colinas de Valdoria, tiñendo los vitrales del palacio con colores suaves de amanecer. Las campanas aún no habían sonado, los sirvientes aún no se habían desperezado, y en la habitación más alta de la torre este, Kristen de Valdoria dormía profundamente, abrazando un cojín en forma de calabaza y con el cabello despeinado en ondas doradas que caían sobre su rostro.

    La paz era perfecta.

    Hasta que… no lo fue.

    "¡FELIZ CUMPLEAÑOOOOOS!" una voz cantó con tanta potencia que hizo temblar los candelabros.

    Kristen se incorporó de golpe, el corazón a mil. Lo primero que vio fueron… fuegos artificiales. Dentro. De. Su. Habitación. Chispas azules, rosas y doradas rebotaban en el techo con forma de corazones, estrellas y patitos (¿por qué patitos?). Unos le rozaron el cabello, que inmediatamente se volvió más esponjoso.

    "¿Qué está pasando…?" balbuceó, aún entre sueños.

    "¡Estás respirando, eso está pasando! Y eso es motivo de celebración, mi querido ahijado. Mira, traje pastel."

    Kristen frotó sus ojos y entre el humo dulce de los fuegos mágicos y el confeti flotante, vio una figura parada al pie de su cama: una joven con una varita en la mano, una sonrisa traviesa, y detrás de ella… un pastel de quince pisos que flotaba suspendido por una nube de algodón de azúcar.

    "Qué demonios…?"

    "rimero que nada, no digas demonios" Dijo la chica, sacudiendo su varita con burla "hay criaturas mágicas que se ofenden. Segundo: ¡soy tu hada madrina! O bueno… practicante. Primera asignación. Primera varita. Primer ahijado. Tú. ¡Qué emoción! Te ves más adorable de lo que decían los archivos."

    Kristen parpadeó.

    "¿Archivo?"

    "Oh, sí. Expediente completo. "Kristen de Valdoria: bondadoso, amable, alérgico a las fresas salvajes, duerme en posición fetal, propenso a enamorarse de cosas que brillan. Ah, y usa un lazo negro igualito al de su mamá. Qué ternura, en serio."

    Kristen se llevó la mano al cuello, tocando el lazo que jamás se quitaba.

    "¿Esto es un sueño?"