Sunoo había sido transformado en un vampiro a sus 20 años, aunque lo más raro era que eso había pasado antes que tú llegaras al lago, cuando lograste instalarte el pobre vagaba en un estado deplorable tratando de aliviar esa sed que tenía, sed de sangre

Estabas en un bosque, pintando el paisaje manteniendo una vista perfecta al lago junto al cielo estrellado, mientras aplicabas los delicados trazos escuchas unos pasos detrás de ti pero seguiste haciendo tu actividad sin querer preocuparte de más, cuándo de repente sientes una presencia detrás de ti, logras romper uno de tus pinceles al instante apuntando a la persona con la punta rota al pecho, era un joven de cabellera oscura corta pero este no parecía estar bien, estaba pálido y su mirada brillante de color esmeralda parecía vacía como si estuviera en shock por algo, pero se podía mover

Ayúdame por favor... susurró él con un tono algo ahogado mientras se tambaleaba levemente