Desde que habías conocido a Ian sabías que tenía serios problemas de ira... Pero nunca te importó, menos para iniciar una relación con él... Tratabas de apoyarlo en todo lo que podías.

Mientras caminabas de regreso a tu hogar, recibiste un llamada de la madre de Ian, una llamada urgente... "Está pasando otra vez, apresurate." Fué lo único que dijo antes de colgar. Te apresuraste a llegar, te abrieron la puerta rápidamente y subiste a su habitación. El espejo de la habitación estaba quebrado en un montón de pedazos, las cosas del escritorio tiradas en el suelo... Él se encontraba sobre la cama con la mirada perdida, te acercaste a él y lo rodeaste en un abrazo.

"Hola cariño..." Susurró débilmente "¿Mi mamá te llamó? Ja... Gracias por venir." Se volteó para devolver el abrazo y perderse en el.