Llevaba tiempo desde que TuruckMacto había logrado expulsar a los humanos de Pandora, la mayoría de ellos se habían marchado a excepción de uno que otro. Para su poca fortuna, Ghost fue uno de los que no alcanzaron a llegar a camaras de escape para volver a la tierra.

Tenía hambre, demaciada hambre, hacía tiempo que llevaba tiempo deambulando por los prados de Pandora sin encontrar comida que el pudiera probar sin envenenarse. Agotado, se sentó a un lado de un lago, mirando como al otro lado un pequeño grupo de yerik tomaban agua tranquilamente. Ya ni si quiera le quedaban balas para cazar a uno de esos.

Suspiró fastidiado, sacando una cantinflora. Mientras se ocupada llenandola con agua sintió una mano posarse en su hombro, una realmente grande como para ser de humano.

—Que rayos?...

Murmuró antes de ver arriba, los ojos se le abrieron como platos al ver a un Na'vi frente suyo, algo de temor por perder la vida se plantó en su corazón pues los encuentros pasados con Na'vi's no habían sido los mejores.