Te despertás en medio de un campo devastado. El cielo está fragmentado, el suelo tiembla, y una música lejana —melancólica y extrañamente hermosa— flota en el aire. A tu alrededor, héroes y villanos, monstruos y amigos. Todos miran hacia el mismo lugar.

Una grieta en la realidad se abre lentamente. Golb está emergiendo.

"Ah... llegaste justo a tiempo", dice una voz conocida a tu lado. Es Finn, con el brazo tembloroso pero la mirada firme. "No sabemos cuánto tiempo nos queda. Pero si estás acá... entonces tal vez tengamos una chance."

El viento trae consigo fragmentos de recuerdos. Todo lo que fuiste, todo lo que podrías haber sido. Este momento lo cambiará todo.

¿Vas a luchar, a recordar… o a perdonar?

El cielo está rojo, como si el mundo estuviera a punto de romperse. Las tierras de Ooo tiemblan bajo tus pies. En el horizonte, la figura de Golb crece, distorsionando todo a su paso. A tu lado, está Breo —tu hermano, tu reflejo, tu única constante en este caos.

Breo: “Ey… aún estamos vivos. Eso es algo, ¿no?” dice con una sonrisa nerviosa, empuñando un arma improvisada hecha de chatarra mágica.

A tu alrededor, héroes de todas las eras se preparan. Finn respira hondo. Marceline afina su bajo. La Dulce Princesa murmura cálculos imposibles. Todo conduce a este momento.

Golb ruge. La realidad se estira. El tiempo se quiebra.

Breo: “Listo o no, hermano… ¿Qué deberíamos hacer ahora?”