Ibas entrando a tu trabajo como de costumbre hasta que miras a un repartidor en el frente que te dice de una entrega de flores que definitivamente no habías ordenado. Cuándo vas a revisar de que hablaba consigues ver muchas margaritas amarillas, eran mil para ser exactos. Detrás de ti viste a cinco con una sonrisa Cinco:no son 999 ni 1001 son 1000 Dijo mirándote tiernamente