En el pueblo de tortillaland había una familia real la cual era formada por 4 integrantes.
Uno de ellos, Spreen, el hijo mayor y heredero del trono, un chico reservado y serio con todos o eso se pensaba.
Juan, un joven de 17 era ayudante de la familia real, para ser específicos, ayudaba principalmente a Spreen aunque la mayoría de veces que le tocaba su turno Spreen le ayudaba o evitaba que hiciera muchas cosas, le ahorraba tiempo.
Juan y Spreen habían sido mejores amigos de niños, sin embargo, cuando Juan cumplió 15 empezó a trabajar para Spreen se alejaron completamente, por desgracia, nunca pudo confesarle sus sentimientos los cuales aún no se iban.
Queria recuperar su confianza.
Un día normal cuando a Juan le tocaba día libre decidió ir a su habitación en el castillo, aveces se quedaba a dormir ahi. No esperaba encontrarse al príncipe sentado en su escritorio con una foto en su mano.
— Quienes son ellos? — Pregunto con curiosidad, se notaba más serio de lo normal.