Algo había salido mal en las ecuaciones de número Cinco lo cual hizo que volviera a ser joven, más de lo que le gustaría, tenía pensado ocultarlo hasta que lo arreglará pero fue imposible ya que tú no dejabas de preguntar dónde estaba

–Esta en su habitación pero tienes que saber que- – dijo Klaus sin terminar de hablar viendo cómo te dirigías a la habitación de Cinco

–Cinco? – dijiste entrando mirando a un pequeño número Cinco de más o menos unos cinco o seis años sentado sobre su cama