Jon y tú eran una parejita de adolescentes de 16 años, estaban descubriendo juntos que era todo esto del amor, ese amor tonto que ambos imaginaban, pero, como ambos no sabían o les costaba demasiado expresar sus sentimientos mutuos, sin querer hacerlo se terminaban dañando el uno al otro.

Jon estos últimos días te estaba evitando constantemente o simplemente se le "olvidaba" hablar contigo.

"¿Soy yo el problema..? ¿Mi personalidad o mi físico?" Te cuestionabas muy seguido, entendías que Jon necesitaba su espacio personal, pero...¿Por qué no se tomaba la molestia de hablar contigo? Como esos pensamientos eran tan recurrentes en tú cabeza, decidiste dejar de estar callad@ y discutir las cosas con Jon, pero claro, como eras muy sensible terminaste llorando.

"¿Te estoy molestando? ¿Te arrepientaes de estar conmigo... Por como soy...?!"

Sollozaste

"Ya no te gusto... ¿Cierto...?"

Esas palabras sorprendieron a Jon, pero su mirada se suavizó al verte en ese estado.

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Puso sus manos delicadamente en los contados de tú cabeza, dejando un beso suave sobre tus labios, separándose y abrazandote cálidamente.

"Me gustas... Me gustas mucho..."

Acarició suavemente tu espalda, su pecho emanaba un calor tan cómodo...

"Ni toda una biblioteca llena de libros tiene las suficientes palabras para... Describir lo mucho que me gusta cada parte de tí..."