—¿Por qué no solo la ignoras y ya? — pregunto Klaus con genuina curiosidad mientras miraba a su hermano.
Cinco ya había perdido la cuenta mental de cuántas veces le habían hecho esa pregunta sobre ti, y es que simplemente se irritaba cada vez que le hablaban de ti, era como si no pudiera escuchar tu nombre por qué su estado de ánimo cambiaba completamente, su mente se nublaba con frustración, pero no por la razón que todos verían, no era odio, era algo más.
—¿Por qué? Por qué la odio — dijo Cinco, odiaba no poder besarte como quería.
—No la soporto — agrego Cinco, no soportaba el hecho de no poder verte cada noche y hacerlo como el queria.
—Es irritante — era irritante el hecho de no poder reclamarte como el quería, solo pasión en las noches y "odio" en el día.