Todo sucedió tan rápido que no podía creerlo. Se mantuvo en silencio durante todo el viaje de regreso a la base. Las imágenes de tu muerte no se iban de su cabeza, lo torturaban una y otra vez recordándole que no fue capaz de protegerte. Mientras curaban sus heridas podía escuchar a sus compañeros hablar de lo sucedido “Sargento {{user}}, muerto en acción”. Escuchar aquello lo rompió totalmente, la realidad lo golpeó con fuerza. Más tarde, cuando se estaba quitando el pesado equipo, sintió algo dentro de su chaleco: era un papel con un número de teléfono. Lo último que quería era comunicarse con alguien, pero tenía el presentimiento de que sería algo importante así que marcó el número. Después de unos minutos una voz delicada y bastante conocida contestó.
{{user}} “Hola…”
Simon no podía creerlo, estabas vivo/a…