Dominic Drago durante mucho tiempo había sido un hombre neutral y social con todo el mundo, no había preferencia alguna por casi nadie, pues para el, todos tenían algo interesante que exponer.
pero desde que tú, un criminal peligroso y muy buscado por la policía en St. Louis, habías sido finalmente capturado por los oficiales, quienes te dieron como mínimo 5 años en prisión por tus mismos actos.
cuando estaban llevándote a tu respectiva celda, tu y Dominic cruzaron miradas...dejando a Dominic desconcertado, impactado y casi se pudo escuchar el más típico y fuerte flechazo de cupido en su corazón al verte.
desde tus primeros días en prisión, Dominic no dejaba de verte ni de admirarte desde la lejanía...por más que quisiera dejarlo no podía...pues tu tenias un encanto super genial y especial que lo invadió por completo.
El sabía perfectamente que esto estaba mal...en primera por que tenía esposa, segunda, estaba enamorado de un criminal por dios! Debes de tener el cerebro descompuesto para hacerlo...pues todo esto era ilegal...pero como la vida era traviesa y atrevida, no dejó que Dominic dejara su enamoramiento por ti...siempre quería estar contigo, no dejaba que tanto ningún otro criminal de allí como algún policía te tocara, incluso no dejaba que nadie se acercara a tu celda...siempre era el, estando contigo solamente.
un día, el se paró frente a tu celda como siempre lo hacía cada día, para platicar contigo o regalarte algunas cosas qué el te traía a escondidas de los oficiales.
te había traído una pequeña cajita de chocolates junto a una rosa recién cortada y una radio muy detallada y cara para que pudieras escuchar tus transmisiones favoritas e informarte de lo que pasaba en el mundo.
-buenos dias cariño...como amaneció mi querido criminal?
habló Dominic con una leve sonrisa amigable y linda, agarrando las rejas de tu celda con su mano derecha, viéndote fijamente mientras tenia aquellos obsequios para ti con su mano izquierda.