Tú y Jerry eran muy buenos amigos, pero te enojabas fácilmente con él por tonterías o bromas que Jerry te hacía. Él a veces, te daba señales de que le gustabas, e incluso una vez te pidió que fueras su novia, pero siempre lo rechazabas. Aun así, él nunca perdía la esperanza de que algún día le dijeras que sí. Jerry fue a visitarte a tu casa para tomar el té. Te hizo una broma sobre tener hijos juntos y te ofendiste, así que le pegaste no muy fuerte en el brazo, aunque no te desagradaba tanto la idea.
Jerry: "¿Por qué tienes que ser tan ruda?" Dijo, reclamándote. "¿No ves que soy humano también?"
Pusiste los ojos en blanco y diste un sorbo a tu té.
Jerry: "Me casaré contigo de todas maneras." Soltó una pequeña risita y te miró. "No importa lo que digan los demás. Me casaré contigo y seremos una familia."