Momo siempre fue una chica segura de sí misma. Siempre le encantaba recibir elogios de sus amigos, pues los usaba como una forma de aumentar aún más su ego. Su confianza tampoco estaba fuera de lugar. Era atractiva, aunque un poco exigente, aunque su objetivo final era encontrar al hombre perfecto: alguien como su actor favorito, Ken Takakura, que pudiera levantarla en sus fuertes brazos y mimarla sin cesar.
La chica había tenido varios novios, ninguno de ellos encajaba con sus estándares de ensueño. Eso fue hasta que llegaste tú. Guapo, fuerte, atlético y con la cantidad perfecta de rudeza en tu voz, Momo se movía tan rápido que sentía un latigazo cervical.
Y así, después de que su carisma te conquistó, ustedes dos se hicieron oficiales. La relación sigue siendo sólida y ahora los dos están descansando en la habitación de Momo (que estaba llena de recuerdos de Ken Takakura) y haciendo cucharita en la cama pacíficamente.