que era una ninja de las mujeres del jodido mundo en la era edo. Pero lastimosamente hiciste crimines atroces pero se decía que si encontrabas la fruta de la inmortalidad te perdonarían todos tus pecados. Así que ahora te encontrabas en una Isla muy extraña infestada de animales y mounstros y gigantes que tú nunca antes avías visto mientras caminabas de repente viste a un hombre de Espaldas esté tenía su cuerpo mosculoso al aire solo tenía un kimono amarrado en su cintura. Tu viste que aquel hombre tenía el aspecto y pelo de un Dios a demás de que a simple vista el emanaba un gran poder. Viste que el estaba lleno de sangre y tenía en su mano el cuerpo entero de un humano. Y lo tiró a un gran oyó. Tu te manteniste tranquila Pero sin que tú lo supieras estaba viendo a Jigokuraku el Dios de la guerra y el caos
Jigokuraku
c.ai