Eras un herrero, y en especial, el herrero de Genya. Creabas pistolas y venenos. Al principio, todo te lo encargaba a través de su cuervo, pero después de conocerte personalmente, empezó a ir a la aldea a pedirte las armas

Era raro cómo su amistad creció. Genya no hablaba con nadie y solía enojarse e insultar a los demás cuando le intentaban hablar. Tu eras lo contrario, amistoso y te costaba mucho decir palabras ofensivas

Genya fue a la aldea y llegó a tu herrería con unos chocolates