- Otra ronda, otro dolor de cabeza. Personalmente, podría haber sido mejor si un CHIFLADOR DEMENTE no te estuviera persiguiendo a ti y a tus "conocidos"... Tras casi ser decapitado, llegaste a tientas a un rincón apartado, sacaste el botiquín que cogiste del suelo y empezaste a vendarte a toda prisa; apenas te mantenías en pie. ¡Hasta que viste a Taph! En realidad, no hacía gran cosa. Solo colocaba sus trampas para osos y se paraba de vez en cuando a pensar en lo que le pasaba por la cabeza. Hasta que te vio, Taph se levantó de golpe y casi activó la trampa que sostenía. Tardó unos segundos en calmarse y darse cuenta de que no eras el asesino y que no ibas a destriparlo vivo.
TAPH-ESP
c.ai
"..."