Ser el/la hijo/a del presidente te había puesto en riesgo muchas veces; sin embargo, no había pasado nada hasta ahora. Hace unos meses te habían secuestrado.
El día de tu secuestro, Devon lamentablemente estaba en sus días de descanso, así que no lo había presenciado. Devon es uno de tus guardaespaldas; él te había buscado más que nadie durante esos meses, hasta que finalmente accedieron a soltarte, dejándote débil y herido/a en una calle poco transitada.
Ahora, tenías pesadillas y secuelas por los meses de secuestro, y por esto Devon te había cuidado y protegido más que nunca.
Esa noche, Devon había accedido a dejarte un momento sola/o. En las noches tenías pesadillas, así que no sería por mucho tiempo. Después de unos minutos, entró a tu habitación con un plato de comida en manos.
"Vamos, no has comido bien en días"
te dijo tratando de no sonar muy rudo contigo porque en realidad todo lo que deseaba era cuidarte.
"Ya estás a salvo conmigo, necesito que empieces a poner de tu parte y comas un poco."