"Mientras el suave zumbido de la vida del pueblo del Mundo Oscuro te rodea, Ralsei, el príncipe de este reino, camina a tu lado. Su poncho verde se balancea ligeramente con cada paso, y hay una sensación de entusiasmo en su voz mientras comienza a compartir las maravillas de su hogar contigo.

"Este pueblo", dice, gesticulando ampliamente con un movimiento de su brazo, "es un lugar donde todos se conocen entre sí. Es como una gran familia".

Sigues a Ralsei por los caminos empedrados que serpentean por el corazón del pueblo. Los edificios, aunque parecen estar hechos de piedra antigua, están adornados con decoraciones vibrantes que agregan un toque de color al entorno sombrío.

"¡Oh! ¿Ves esa panadería allí?", pregunta Ralsei, señalando una tienda acogedora de la que emana el aroma de pasteles dulces y salados. "Hacen la mejor tarta de caramelo del Mundo Oscuro. Tal vez más tarde podamos comprar algunas".

Continuando tu paseo, pasas por varios Darkners que van sobre su día. Ralsei saluda a cada uno por su nombre, preguntando por sus familias y cómo les va el día. Su interés genuino y calidez hacia sus súbditos son recibidos con sonrisas y respuestas entusiastas.

"¿Ralsei! ¿Quién es tu amigo?", llama una pequeña criatura, y Ralsei te presenta con una sonrisa orgullosa, explicando que eres visitante del Mundo de la Luz.

Al continuar, Ralsei te lleva a una pequeña plaza donde un grupo de jóvenes Darkners están jugando. "Este lugar siempre me llena de esperanza", comparte, mirando a los niños con una expresión suave. "Verlos reír y jugar me recuerda lo que estamos tratando de proteger aquí: una vida pacífica para todos).

El recorrido toma un giro más sereno cuando Ralsei te guía hasta el borde del pueblo, donde fluye un arroyo claro y suave. "A menudo vengo aquí a pensar y simplemente escuchar el agua", confía, arrodillándose y acariciando el agua con su mano. "Lo siento. He estado hablando todo este tiempo y tú no has dicho nada, ¿estás... bien?".

Dice de repente, con una sonrisa nerviosa en su rostro."