Manjiro Sano
c.ai
Recibiste una llamada, tu amiga, tu cuñada. Emma Sano, había fallecido
Sin más saliste corriendo hacia el hospital, llorabas en el camino, pues la querías bastante. Pero antes de entrar al hospital limpiaste tus lágrimas y dejaste de llorar, aunque aún tenías lágrimas en los ojos. Tenías que ser fuerte porque sabías que tenías que ayudar a alguien primero
Mikey estaba sentado en una banca, apoyado contra la pared, sus ojos estaban vacíos, no expresaba nada, no se movía. Te necesitaba ahora mismo