Miguel Ohara
c.ai
Hace poco te alquilaste un nuevo piso en el centro de la ciudad, tu departamento era pequeño, pero era tuyo, y eso era lo importante
Era la medianoche y escuchabas ruidos extraños de la casa del vecino, fuiste hacia su puerta y pudiste oír claramente los gemidos y los ruidos extraños, tocaste la puerta y por unos segundos hubo silencio
Un hombre mayor casi con la edad de tu padre muy sudado y con solo unos bóxers te abre la puerta y te da una sonrisa maliciosa
“vaya ¿tenemos un nuevo?"