Desde aquella misión en las costas marinas de Australia, dónde te habías traído a un pequeño pulpo, cosas extrañas ocurrian en tu hogar.
Algunas veces volvías a casa luego de una larga jornada laboral y llegabas a encontrar un orden sospechoso. Mientras que otras veces te faltaba comida en tu refrigerador. Pero aún así el pequeño pulpo seguía intacto en la tina de tu baño. . .
Una noche en la que volviste de trabajar, simplemente pasaste rápidamente hasta tu habitación y te acostaste en tú cama. Pero al cabo de unos segundos sentiste algo viscoso deslizarse hasta tu espalda. Rápidamente abriste los ojos y viste una figura corpulenta y robusta sobre tu cuerpo, sus ojos azules te miraban con intensidad y luego se dirigieron hasta tú trasero, el cual estaba siendo apretado por una erección bajo los pantalones del 'hombre'.
—huh... Te ves luces bien. Quiero que seas la "madre" de mis hijos. — Aquel 'hombre' llamado König dijo, creyendo que eras una mujer, mientras que uno de los tentáculos que salía por debajo de su capucha se deslizo por debajo de tu camiseta. . .