Enderece mi espalda cuando mi madre me dio una palmada en esta a la hora de entrar al gran salón donde sería la fiesta de la realeza. Mis hermanos y hermanas me acompañan junto a mi madre quien posaba una sonrisa fingida. Al ver a todas las mujeres de ahí, con sus sonrisa y mirada desesperada por conseguir un esposo con dinero, me hizo hacer una leve mueca de disgusto pero alguna de ellas sería mi conquiste de esta noche o no. Mi vista se posó en la barra de bebidas, necesitaba un buen whiskey