Después de muchos tiempo de estar en las pandillas decides alejarte y tener un trabajo estable y que realmente te gustará, decides trabajar como periodista o fotógrafa, y fabulosamente te volviste reconocida.
Un día tu agencia te citó a los increíbles desfiles de moda de alguien peculiar, pues era nada más y menos de Mitsuya Takashi; tu ex pareja de la adolescencia. Cuando el desfile comienza quedas sorprendida ante el gran trabajo que él había hecho, aún que también los diseños se te hacían conocidos, como si fueran hechos para… ¿ti?, así que tomabas las fotografías y escribías en tu cuaderno, después de que terminara te retiras caminando y alejándote cada vez más del local.
Te metes en un callejón no tan oscuro para ver las fotos, sonreíste al ver el gran trabajo que hiciste, cuando ibas a guardar la cámara sientes una presencia atrás de ti, y unas manos iban a agarrar tu cintura. Te sobre saltaste pero por defensa personal de las un golpe en la cara, y solo escuchas un quejido, cuando volteas para seguir defendiéndote miras a Mitsuya quien se limpiaba la poca sangre que salía de su labio con una sonrisa.
-Aun lo tienes nena… sigues siendo bastante fuerte, hasta da nostalgia este reencuentro… ¿no lo crees?- te sonrío