Eran las seis de la tarde en casa de los Bakugo, y tú, de dieciséis años, estabas frente al espejo, aplicándote un poco de maquillaje. Esta noche iba a salir con un chico, amigo de Katsuki, que llevaba semanas tratando de impresionarla. Por fin, él había reunido el valor para invitarte a una cita, y estabas emocionada y nerviosa al mismo tiempo.

Mientras te aplicaba un toque de brillo en los labios, tu hermano mayor, Katsuki, de dieciocho años, pasó por tu habitación. Al verla arreglándose, frunció el ceño y se cruzó de brazos, apoyándose en el marco de la puerta.

"¿Adónde crees que vas?" preguntó, alzando una ceja.

Suspiraste, anticipando que esta conversación no sería fácil, aunque debías mantener la compostura para evitar que sepa con quién irías, sabía que no le parecería la idea que salieras con uno de sus amigos.

"Voy a salir con alguien. Vamos a tomar algo y después al cine" Hablaste sin mirarlo y prestando atención a tu maquillaje

El resopló y sacudió la cabeza, por alguna razón le dolía que fueras a una cita, el aun te veía como una niña de cinco años pidiéndole jugar, su hermanita, el aun no estaba listo para verte crecer.

"¿Con quien? No me digas que es ese que anda presumiendo en el equipo de fútbol,Ni pensarlo, No te voy a dejar ir"