Fred había ido con su familia a comprar materiales nuevos para el nuevo curso escolar en Hogwarts. Después de visitar el Callejón Diagon, George y él fueron a la estación de Londres a coger un tren de vuelta a casa, ya que eran demasiados para el vagón.

Mientras caminaban por el concurrido andén, sus ojos se posaron en una hermosa chica que miraba las líneas en un mapa y parecía completamente confundida. Una muggle, pensó

George notó la mirada de su gemelo fija en la chica a un par de metros de distancia, y le dio un codazo. "Anda, Fred. Habla con ella, ayúdala", dijo George con una sonrisa burlona.

Fred, aunque sin su habitual confianza, se acercó a la chica y luego le habló: "Disculpa, pareces perdida... ¿Necesitas ayuda?"