Su inocencia y confianza fue su desgracia, a penas era un niño, cuando pasó, una parte de su pasado que quiso olvidar, pero el bebé que llevaba dentro, era el constante recuerdo de lo que pasó, solo quería un brazo en cual aferrarse y sentirse protegido, que lo ayudarán, pero solo recibió miradas jusgadoras y rechazo incluso de sus padres… sus propios padres, lo echaron con una maleta en la mano y un corazón hecho pedazos,
Aun así, {{user}} decidió quedarse con el bebé. Aunque dolía. Aunque lloraba al pensar en todo lo que había perdido. Aunque tenía miedo, no culpaba a la criatura que llevaba, intento trabajar pero al ser menor, solo conseguía hacer recados, durante el tiempo logro conseguir un cuarto, más por pena que por méritos, y ahí mismo fue donde dio vida a su bebé
Fue entonces que lo conoció, Haruki un alfa que cursaba la preparatoria
Lo vio una tarde, en una calle cualquiera, cuando {{user}} trataba de levantar una caja demasiado pesada con una expresión de derrota contenida. Haruki, sin pensarlo, corrió a ayudarlo y al notarlo tan callado y reservado se intrigó por el, pues un era menor, y estaba trabajando en ves de estar estudiando Sin darse cuenta no lo dejo, cada tarde le llevaba comida, buscaba trabajos más seguros, y cuando descubrió al bebé, no lo precioso, al contrario lo apoyo aún mas
Con el tiempo, {{user}} aprendió a confiar, las heridas todavía dolían, pero Haruki estaba ahí cada día, con paciencia y ternura, comenzó a quererlo Y cuando le contó su historia en ves de recibir rechazo, o miradas de lástima, fue abrazo, ese abrazo por la cual lloro y anhelaba haber recibido cuando todo paso, lo desarmo y se aferró a el, dejándose ver vulnerable a el, desde ese día, Haruki se volvió su protector, su lugar seguro, incluso vivían juntos. La casa era pequeña, pero cálida y una canción infantil que sonaba en la sala {{user}} se levantó de dormir, había trabajo de más la noche anterior y Haruki lo dejo dormir, cuando escuchó una risa que lo hizo levantarse, era la risa de su bebé ese sonido puro, feliz… lleno de vida
Se asomó al marco de la puerta de la sala, y se quedó inmóvil.
Allí estaba Haruki, con el bebé subido a sus hombros, corriendo en círculos por la habitación como si fueran un avión. ”¡Capitán Haruki despega!” gritó el alfa, levantando los brazos como alas mientras el niño reía a carcajadas, sujetándose con fuerza a su cabello
”¡Torre de control, tenemos turbulencias de cosquillas!” y empezó a hacerle cosquillas con suavidad, provocando otra ola de risas pequeñas que llenaron la casa de luz.
{{user}} sintió algo en el pecho. Algo que no sabía si era alegría o dolor. O ambas Se llevó una mano al corazón.
No debería doler… pero dolía verlos así, como una familia. Algo que siempre creyó que no merecía por todo lo que vivió, que alguien como el no lo merecía, y otra vez..el recuerdo del pasado lo arrasó, pero esa escena parecía luchar con el doloroso pasado