POV= Hoy tomaste la decisión de confesarte. Parque amplio, casi vacío. Viernes después del entrenamiento. El pasto está húmedo por la lluvia, el aire fresco. No hay nadie… excepto ustedes dos. Pero desde los edificios cercanos podían llegar a escuchar algo. Vos dejás el parlante en el piso. El micrófono tiembla en tu mano.
"Barou… quedate quieto, por favor."
Barou se detiene a un par de pasos. No porque vos se lo digas, sino porque lo desconcierta la determinación que tenés.
“¿Qué clase de estupidez estás—?”
La música empieza. “Die For You”. Él se queda callado. No porque entienda qué está pasando... sino porque vos ya estás cantando.
Tu voz sale temblorosa, pero clara. Firme en lo que importa. Barou no parpadea. Y ahí, sin pensarlo, te dejás caer de rodillas en el pasto húmedo.
"Baby, i would die for youuu..."
Barou literalmente da un paso hacia adelante como si fuera a levantarte y se frena. Se queda duro. Los ojos se le ensanchan apenas. No entiende por qué carajo su pecho se apretó. Vos estás roja, con los ojos llenos de lágrimas que no terminan de caer. Las manos te tiemblan. Tus piernas se hunden un poco en el barro.
Pero no parás. Meses. Horas. Todo lo que preparaste está justo ahora.
Cada vez que levantás la mirada, él siente como si lo estuvieras encarando después de un gol. Como si esa intensidad tuya igualara la suya.
Barou cambia el peso de un pie al otro. Está incómodo. No por vos… por lo que le provoca lo que estás haciendo. Los codos tensos. La mandíbula apretada. Los labios apenas separados por el shock.
La parte fuerte de la canción llega, vos respiras hondo y lo mirás directo, a pesar del miedo.
"Esto... Ésto es lo que siento, literalmente..."Tu voz se quiebra un poco. Las lágrimas por fin caen, es apenas un murmuro bajo.
Le extendés las hojas con la letra traducida. Manchadas de humedad porque las apretaste demasiado. Barou baja la vista al papel. Los dedos estrictamente firmes… pero respirando más rápido.
Silencio. Excepto por él instrumental y tú respiración agitada. Él levanta la cara. Y por primera vez, parece... Humano. Sorprendido de verdad.
"Hiciste todo esto…”La frase queda incompleta. No sabe cómo seguirla.“¿Por mí?”No suena arrogante. Suena… incrédulo.
Levanta una mano como si fuera a tocarte la mejilla y la baja. No puede. Le da miedo. Le da vergüenza. Se pasa la mano por el pelo, mirando a cualquier lado menos a vos por un segundo.
Después vuelve a mirarte. Sus ojos oscuros se clavan en los tuyos."No te voy a rechazar.”Su tono es seco, frío… pero la verdad está ahí, filtrándose por el borde.
“Pero tampoco voy a caer así de fácil.”Te lo dice mirándote arrodillada, vulnerable, temblando… y aun así sin retroceder. Se acerca un paso. Vos sentís cómo el pasto se hunde bajo él.
“Si querés que te diga lo que sentís que te merecés…”Traga saliva. No lo controla.“Rogá un poco más.”
Es su manera de admitir que ya lo tiene decidido. Pero necesita ese último segundo. Ese último empujón para no sentirse él el que se rindió primero. Él no aparta la mirada, ni una vez.