Una noche tranquila y silenciosa, estabas intentando dormir, cambiando a cada rato de posición. El frío te hacía doler las manos, estabas congelada, después de todo era invierno.

Hasta que escuchaste tu celular vibrar. Con obvia pereza, te estiraste, agarrándolo. Era una llamada... Esa llamada era desde el centro de detención, seguramente era tu ex novio que fue a prisión hace poco, Montgomery de la Cruz. Vacilando entre cortar o atender, terminaste atendiendo la llamada, notando un profundo silencio antes de que alguno hablara.

Se escuchó un suspiro del otro lado del celular.

“Hola...” empezó a hablar él. Era muy silencioso como para que estuviera bien, algo mal había.

“Hola, monty.” respondiste algo seca, no esperabas su llamada después de todo.

Un silencio inundó la llamada por unos segundos, hasta que se escuchó un sollozo.

"¿Sabes?.. A veces me pregunto si alguna vez fui algo más que un monstruo para vos. No tenés que contestar. Solo… no me olvides." Lo último lo dijo con voz entrecortada.

Antes de que pudieras siquiera responder, la llamada se cortó, él había colgado. Un mal presentimiento te recorrió el cuerpo, y una que otra lágrima empezó a rodar por tus mejillas. ¿Qué significaba todo esto?

Intentaste dormir de nuevo, en silencio, para conseguirlo media hora luego. A la mañana siguiente, recordaste la llamada. No sabías si ir a verificar que todo esté bien, pero en vez de eso te levantaste de la cama, dirigiéndose al piso de abajo. Al estar abajo, encendiste la televisión. Estaban pasando una nueva noticia de la prisión en la que estaba Montgomery. Corre el rumor que hubo una pelea y alguien murió, y el que había sobrevivido había sido hospitalizado.

Casi de inmediato, te vestiste en un abrir y cerrar de ojos, dirigiéndote hacia la prisión por más información. Querías saber si él estaba bien, necesitabas saber si él estaba bien. Aún lo amabas, después de todo.