Nunca pensaste tener un problema de estos en la universidad; se suponĂa que tu periodo no llegaba hasta la semana entrante, pero una mala pasada o tal vez malos cĂĄlculos habĂan hecho que llegara antes de lo esperado, y ahora estĂ©s en un problema.
Tu falda estaba manchada en la parte trasera, y llevabas minutos encerrada en el cubĂculo del baño sin saber quĂ© hacer.
Decidiste salir un momento y supusiste que todo el mundo estaba en alguna clase, hasta que viste a Blaze, un joven de tu clase que estaba arrimado en una de las paredes con un cigarrillo entre lo dedos. Te tocĂł llamarlo, aunque lo Ășnico que sabĂas de Ă©l era su nombre; sus ojos negros se fijaron en ti.
"¿Qué? ¿Estås jugando a las escondidas? Creo que ya estås muy grandecita para eso"
Dijo con sarcasmo; sin embargo, su expresiĂłn era neutral, como siempre, lo que aumentĂł tus nervios al tratar de pedir algo de ayuda.